miércoles, 22 de abril de 2009

EL PORTICO DE LA GLORIA


El Pórtico de la Gloria, policromado en su origen con ricos colores y oro, fue retocado por Crispin de Evelino en 1651, que recibió 130 ducados “por pintar y encarnar los brazos, pies y manos de las figuras que están en la portada principal” y, de cuyas pinturas aun se conservan trazos en los rostros y vestimentas de algunas figuras. Sufrió primero las inclemencias de los tiempos durante las varias centurias que estuvo al exterior del edificio, y después las manos de los obreros que tuvo a su cargo el italiano Domingo Brucciani, encargado por el Gobierno inglés, en 1866, para hacer un vaciado de tamaño del original, que en yeso se exhibe en el Museo de South Kensigton. Parte de la policromía original se quedó adherida al mode de yeso. El coste de las obras de la reproducción ascendió a 2.300 libras esterlinas.

Esta obra maestra del siglo XII del Maestro Mateo y uno de los más grandes monumentos del arte cristiano. Se levanta sobre un rectángulo de unos diecisiete metros de largo por cuatro y medio de ancho y nueve y medio de alto.

Comenzó la obra el citado Maestro por encargo de Fernando II, cuando en peregrinación visitó a Santiago, siendo Arzobispo Pedro Gudesteiz, concluyéndola veinte años después, en 1188, bajo el pontificado de D. Pedro Suárez de Deza, teniendo que derribar, para ejecutarla, la fachada principal levantada cien años antes.

No hay comentarios: